lunes, 1 de febrero de 2016

Acordes: RIDERS ON THE STORM

Buenas de nuevo. Como podéis comprobar no ando muy inspirado últimamente, y las entradas brillan
"Another #Season" by Dee Ashley (CC BY-NC)
por su ausencia. En la medida de lo posible intentaré ir colgando alguna cosita antigua mientras trato de escribir algo nuevo. Aunque sea algo pequeñito como lo de hoy.

En este caso, os dejo con otro relato/poema basado en una canción. Como ya os comenté en la entrada de "Boys are back in town", se trata de un juego con mi amigo Ángel Zurdo que propuso la magnífica e inquietante pieza de ese grupazo que es "The Doors" para inventar con ella. Mientras que él se curró un relato lleno de riqueza (que luego incluso ha mejorado y le invito a que lo publique aquí), a mi me debió pillar el día vago, y me salió algo más simple de lo habitual. Pero no todo tiene que ser relatos de tres mil palabras. Os dejo a vosotros que me contéis si os ha gustado.

Por supuesto,  tratad de escucharlo con la canción:


RIDERS ON THE STORM
Escrito en Noviemre de 2014

El viento está electrificado esta tarde y las gotas de lluvia hacen cosquillas cuando saco el brazo por la ventanilla del coche. Con el manantial abriéndose camino por mis dedos, me viene a la cabeza la imagen de cuando éramos jóvenes y no nos importaba empaparnos en la calle. Tú tenías el rostro inundado de pequeñas perlas brillantes y yo te acariciaba el pelo con la delicadeza del que tiñe telares en un pueblecito al pie del gran Atlas. “Los paraguas son de perdedores”, pensábamos. Y que nos cayera un rayo si hacía falta. Morir felices era la mejor manera de largarse.

Lo jodido es que el tiempo te termina dando la razón.

“Into this house we’re born
Into this world we’re thrown”


Aquí dentro del coche  se está más seguro. Sabiendo que si Zeus enfurece, estaremos guarnecidos en una cáscara mecánica. Solos tú y yo, a escondidas de los rayos que queríamos que nos atravesaran. Mi orgullosa cumbre, que hace años fue mi entrepierna, es ahora una vergonzosa curva que nace en el esternón. Los hilos de tus cabellos se han teñido de apatía, todos iguales y jugando al mismo juego. Me gustaban más cuando se revolvían, niños traviesos, en un caos perfecto.

Tantas partes del cuerpo donde la frustración se quedó a vivir.

“Girl ya gotta love your man
Take him by the hand
Make him understand”


El aguacero ya no nos deja ver más allá. Convierte todo el aire en río, dejándonos aislados de ojos indiscretos. Condenados a tener que mirarnos y tratar de contestarnos. Pero, para que hablar… acabamos follando con la desesperación que nos da el fracaso. Siempre nos gustó así. Fuerte, guarro, como el último polvo que echar en la vida. Un salto sin red, una bifurcación en la carretera. Sin las lágrimas que se marcharon en el momento en que tus labios me supieron como siempre. Y, mientras la razón susurra “sigue caminando”, la pasión suplica “no por este camino”.

Cuando nos corremos, beso con anhelo, endulzas con un “te quiero”. Sabemos que son mierdas disfrazadas. A veces desearía que tus labios se sellasen y el silencio fuese nuestra única canción.

Demasiados años nadando en un bote naufragado, al son de éxitos ya olvidados.

“If you give this man a ride
Sweet memory will die
Killer on the road, yeah”


Las nubes se dispersan, aburridas de tanto llanto. El sol juzga inquisidor nuestros ojos culpables. Pero ya no nos miramos. Cada uno tiene la vista encerrada en un baúl de su memoria. Tu expresión, inescrutable, nunca me permitirá saber lo que piensas. Aunque ya me da igual. Tengo mi mente asentada en un tiempo lejano de feliz tormenta, observando tu delicioso trasero moverse de un lado a otro. Las hebras, rojo fuego, caen de tu frente, prometiendo noches de húmeda locura. Calada hasta arriba, ahogada en deseo juvenil, pareces lo más bonito que jamás he visto.

Y, entonces, te partió un rayo.

 “Riders on the storm”


10 comentarios:

  1. Si esto es lo que escribes cuando no estás inspirado, Alejandro... Nadie como tú para contarnos la rabia de la frustración, la soledad de los que estando juntos, se encuentran a miles de kilómetros uno de otro. Y la canción de The Doors parece compuesta para tu cuento y no al revés. Genial, Alejandro. Te felicito. Un beso muy fuerte

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    1. Gracias Ana. Lo cierto es que este texto lleva tiempo escrito, por lo que no corresponde a esta época de sequía. Ahora estoy a punto de acabar uno bastante largo, que espero sea un principio para volver a escribir de manera más continuada. Un gran abrazo y nos seguimos leyendo.

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  2. Alejandro, creo que has captado a la perfección esa mezcla de lirismo y crudeza de Jim Morrison, me sumo al comentario de Ana: muy bueno. Me ha recordado a un libro de Agustín Torralba, "Náufragos del Rock and Roll", que dedica un capítulo a Jim Morrison, te lo recomiendo (tengo una reseña en el blog, si te interesa te paso el link). Esperando la siguiente entrega de acordes...

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    1. Gracias Gerardo. Veo que tú también eres un apasionado de la música, por lo que me satisface mucho que te haya gustado. Un saludo.

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  3. ¿Simple? O tú eres demasiado modesto o yo voy a ser demasiado complaciente. Bueno, dejémoslo en un término medio, que será el exacto: a mi, sinceramente, me ha encantado. A medida que leía y escuchaba me he sentido transportado a ese coche, y he sentido lo que sentía el tío. ¡Que lo he sentido, tío! Hasta he visto el rayo caer. "Y que nos cayera un rayo si hacía falta. Morir felices era la mejor manera de largarse" Genial.
    Sigue escribiendo así de simple, que a mí no me importa
    Un abrazo Alejandro, hasta la próxima

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    1. Gracias Isidoro. Te tengo en mucha consideración, por lo que tus palabras me llenan de alegría. Con simple me refiero a que no le he dado muchas vueltas, que lo he escrito en una terde. Normalmente estoy varias semanas con cada escrito, así que no puedo evitar ver esto como simple. Pero si gusta, pues bienvenidos sean los textos simples.

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  4. Muy interesante Alejandro la aparente simplicidad de una historia que llega, ese desamor acompañado en el que se convierte algo que ha sido apasionado. A pesar de la amargura que quedan con tus palabras, es un muy buen relato.
    Saludos

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    1. Gracias Conxita. Me alegra mucho que te haya gustado. ¡Un saludo!

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    2. Ale, no había leído tu invitación, como ya lo conocía, lo pasé por alto. Ahora al volver a releer, me acabo de dar cuenta. Es un relato tan tuyo como mío, así que puedes disponer de él cuando quieras

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    3. Te tomo la palabra. Pronto lo pongo. Un disco necesita su cara A y su B.

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