lunes, 29 de diciembre de 2014

Colaboraciones: LAS VICISITUDES DE OBDULIO de Eugenia Soto Alejandre

Ayer fue día de bromas, inocentadas y titulares hiperbólicos en el periódico. Y era el día perfecto para colocar esta (gran) broma. Pero se me escapó el día, por lo que toca alargar un poco más la celebración de
los inocentes y empaparnos con este relato de Eugenia Soto, perteneciente también al 'proyecto' seis palabras, al igual que Juanetes y Carolina. En esta historia veremos como un momento de lujuria puede tener unas consecuencias bastante... embarazosas. Os animo a que leáis este divertido cuento y alarguéis el día de ayer, que nunca está de más echarse unas risas. Gracias, Eugenia, por el buen rato.

P.D.: La foto pertenece a la película American Beauty. Y es que es pensar en lujuria, y me viene automáticamente esta imagen a la cabeza. 

Seis Palabras (II) - "Las vicisitudes de Obdulio" de Eugenia Soto Alejandre

Hacía, al menos, veintitrés respiraciones que había desconectado.

Sí, la dependienta del “Rincón del creyente” se había empecinado en mostrarle el escapulario milagroso de la virgen de Coromoto que llevaba bajo la blusa y su mente dejó de procesar cualquier otra información que no fuese la aportada por su retina. Ahí, ante él, a escasos centímetros de su cara, estaban palpitando una pareja de enormes senos de los de verdad, blanditos y calientes, exhalando aroma a vainilla mientras se elevaban con cada inspiración. Ahí mismo, presos en un armazón de encaje. Tan cerca de sus labios que si no hubiese sido por su estado, casi catatónico, los hubiese mordido, babeado, sorbido… Diez minutos después salió de la tienda con 135 euros menos, una bolsita en la mano y una erección grado nueve sobre diez oculta bajo el gabán.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Relatos: PORTAL JURÁSICO (Especial relato navideño)

Comer hasta reventar, un rato frente a la chimenea, un par de roscos de vino y a la cama. A dormir con un ojo abierto por si pillabas a Papá Noel o a los reyes en el momento en que se colarán por la chimenea (¿Cómo no se queman?, pensabas entonces). Así han sido muchos de los 24 de diciembre durante mi
"Joseph Wu Origami T-rex" by Stewart Butterfield (CC BY)

infancia. Con la esperanza de ver al barbudo colocando los regalos y los nervios de si me traerían el tigre de he-man con el que sería el rey del recreo. Y luego llegaba la mañana, y la decepción de no haber cogido 'in fraganti' al susodicho, se disipaba en el momento en que descubrías los brillantes papeles de regalo rodeando el árbol. Los saltos por el salón y la excitación al destrozar el papel. El grito "¡Lo que había pedido!" y los churros con chocolate. Los montajes de scalectric y el resplandor del balón nuevo. Sensaciones que, por mucho que pasen los años, nunca desaparecen.

A pesar de que, por ésta y muchas otras razones, no puedo decir eso que queda tan bien de "odio la navidad", si puedo afirmar que me cuesta un mundo escribir algo relacionado con estas fiestas. Será que no me siento cómodo imaginando historias con ese punto dulce y positivo tan propio de la época. Por eso cuando ,de la redacción de la Ventana Digital de la Agencia Tributaria, nos pidieron escribir un relato navideño, noté como los sudores fríos empezaban a hacer acto de presencia.

Y en esas estaba, dándole vueltas a la idea, cuando un recuerdo de otros tiempos, cual fantasma Dickensiano, me asaltó la memoria. Y de ese (añorado, querido) recuerdo, salió esta historia. Seguro que mi hermana pone una sonrisa cuando lo lea.

Espero que disfrutéis el cuento, os riáis con él, y, por descontado, paséis una genial navidad. Y a los que no os gusta, ya sabéis, si no puedes luchar contra ello...

Por cierto, lo de dormir con el ojo abierto no funciona, no hay dios que los pille, ni al gordo colorado ni a los magos en camello. Este año voy a instalar una alarma para pillarlos. No puede ser que se acabe el año de las selfies y yo no tenga la mía con semejantes 'celebrities'.

Portal Jurásico           Escrito en diciembre de 2014 escuchando "Jurassic Park Theme" de John Williams

Se había levantado una mañana tranquila en la pequeña aldea de Belén. Las madrugadoras ovejas comenzaban a subir al monte de barro y los ríos de plata recorrían de norte a sur el silencioso paraje. «Todo tan aburrido como de costumbre», pensó el joven Dios.

Bajo la luz color tungsteno los aldeanos ponían a secar su ropa y las gallinas paseaban sus crestas erguidas por la artificial hierba. Los pescadores, incansables trabajadores, se sentaban a la orilla del brillante caudal. Aunque hacía años que los peces no daban señales de vida, aquellos hombres no habían perdido el buen ánimo, y, cada amanecer, salían a colocar sus cañas de plástico en busca de quién sabe qué. Lo único que parecía nadar en aquellas aguas eran un par de tortugas armadas como ninjas y vestidas con ridículos antifaces que tanto gustaban al bromista creador.

lunes, 22 de diciembre de 2014

Colaboraciones: JUANETES de Fernando García Crespo

Siguiendo con Carolina contra el Hipster, vuelvo sobre mis pasos y os traigo el primero de los relatos que abrieron este proyecto de las seis palabras (o six evil words como a mi me gusta llamarlas). Si no os acordáis, estas eran 'congoja', 'escapulario', 'gratitud', 'onanismo', 'egoísmo' y 'rinoplastia'; y el reto consistía en introducirlas coherentemente dentro de un relato. Coherentemente o no, lo que está claro es que salieron cinco relatos bastante alocados. El de Fernando, creador de la iniciativa, fue esta locura con olor a pies. Espero que la disfrutéis como yo lo hice leyéndola.

Seis Palabras (I) - "Juanetes" de Fernando García Crespo

"Feet UP" by Stephanie Carter (CC BY-ND)
Tengo juanetes, hasta ahora los sufría en silencio, pero ya estoy un poco harto de que todo el mundo se crea que mi cara de pocos amigos es debida a un carácter soberbio. Mi mal gesto se debe exclusivamente a mis callos podales.  

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Relatos: CAROLINA vs. 'THE HIPSTER' (The six evil words)


"Moustache Girl" by Alba Garriga (CC BY-NC-ND)
¡Qué bien me lo paso escribiendo relatos alocados! Y es que, muchas veces en las que estoy muy atascado, consigo quitarme de encima mi propio espíritu crítico y me pongo a escribir casi lo primero que se me viene a la cabeza. Claro, luego quedan unas historias bastante surrealistas y cargadas con un humor un tanto 'marciano'. Pero, y lo que me río con ellas...

Esta historia es un cuento de amor, de amor hipster (si no sabes lo que es, es que no pasas suficiente tiempo pegado a Internet, pero aún así lo puedes mirar aquí). Y es que Carolina, con sólo ver a uno de esos modernos con camisa de cuadros y gafas de pasta, se vuelve loca. 

¿Y cómo nació la historia de Carolina?  Pues como una parte de un proyecto perpretado por un compañero de la Agencia Tributaria de Astorga, Fernando García Crespo (podéis ver su blog aquí) que es experto en ‘liarnos’ a otros compañeros en sus experimentos a varias manos. En este, cada uno de los cinco participantes propuso una palabra diferente que había que introducir en cada uno de los relatos, aunque finalmente y acorde con lo surreal de los relatos, acabaron siendo seis palabras. Estas ‘six evil words’ como me gusta llamarlas (alguna era jodida de meter en el texto), eran las siguientes: Egoísmo, Onanismo, Escapulario, Rinoplastia, Gratitud y Congoja; y los cinco compañeros elegidos para dar forma a los relatos, aparte de Fernando, fueron David Martín, Ángel Zurdo, Eugenia Soto y un servidor. Mientras Fernando se centró en sus juanetes, David cayó preso de una secta de ex narizotas que habrían hecho sentir orgulloso al mismísimo Brian de los Python. Eugenia, por su parte, trató de ocultar una erección traicionera con una alcantarilla, al tiempo que Ángel montaba todo un conflicto internacional a causa de la capacidad de unos dirigentes por bajarse los pantalones. Y me cuentan que hasta Groucho aplaudió desde su tumba. Cuando llegó mi turno (que, como siempre, llegué el último), me peleé con las seis palabras y de ese combate mortal surgió este estrambótico y surrealista cuento, con pequeño homenaje a mis leales compañeros incluidos. 
Podían haber salido mil historias diferentes, pero, al final, mi amor por los hipsters acabó imponiéndose. Y es que están tan guapos con sus barbas de metro y medio...

*Nota: Espero que ninguno de los otros cuatro autores se moleste por hablar aquí de sus obras. De hecho, hablaré con ellos para publicar el resto de estas 'Six evil words'. Seguro que os van a gustar. 
*Nota2: La foto hace referencia al movimiento 'movember' que no sé si es hipster, pero si no, se le parece bastante.

Carolina vs. 'The Hipster'  Escrito en noviembre de 2014 escuchando "Do you think i'm sexy" de Rod Stewart

Me llamo Carolina y me gustan los hipsters. Hala, ya lo he dicho. Es cruzarme con uno de esos modernitos, con sus gafas sin cristales y sus polaroids del año de la polka, que me pongo a cien. Esta es la historia de cómo acabé ligándome a uno y que podría haberse titulado perfectamente “ten cuidado con lo que deseas...”

lunes, 8 de diciembre de 2014

Relatos: LA DAMA DE SHANGHAI

Sigamos dándole vueltas al amor platónico. Pues perder la cabeza por por una persona, que además está totalmente fuera de tu alcance, es el clásico entre los clásicos, y da igual cuánto se escriba sobre ello que siempre nos resulta fascinante. Los afectados por este 'mal' se encuentran entonces ante la difícil tesitura de elegir seguir admirando esa imagen perfecta desde la distancia o tirarse a la piscina para hacer de esa musa algo real y tangible, pero también imperfecto y doloroso. 

En esta historia que hoy os traigo, Antoine Foulier, un anciano que aún se resiste a dejar de soñar, está decidido a conquistar a la señorita Sophie. Y, aunque su amigo Maurice no lo ve nada claro, para él, la chica es su auténtica "Dama de Shanghái".

Y claro, al igual que Rita Hayworth, es uno de esos amores platónicos por los que merece la pena arriesgarse.

* Este relato se lo quiero agradecer a Rafa, que me inculcó su pasión por el cine y los mitos de la época dorada de Hollywood, y Ángel, el cual me descubrió la canción que me acompañaría durante toda la escritura del relato.

La dama de Shanghái  Escrito en septiembre de 2014 escuchando "Shine on your crazy Diamond" de Pink Floyd.


Le gustaba su forma de tomar café. La manera en que inclinaba la taza ligeramente para beber a pequeños sorbos y como el carmín dejaba su huella en la porcelana. A los ojos de un distraído, habría podido parecer que lo hacía como cualquier otra chica, pero Antoine sabía que no era así.
Cada tarde, a la hora de salir al jardín, se dedicaba a observarla mientras ella charlaba con el resto de compañeras. A pesar de la distancia, a veces le parecía que podía notar el olor a jazmín de su pelo ondulado y escuchar su aflautada voz. En esos momentos, cerraba los ojos e imaginaba que, con sólo estirar el brazo, podría agarrarla de la cintura y hacerla bailar ante la envidiosa mirada de los otros internos.

Definitivamente, la señorita Julie era la más guapa de todas las enfermeras del Saint Patrice. Y a Antoine Foulier le había hecho perder la cabeza. “Es de las que ya no quedan” le contaba a su amigo Maurice.

sábado, 6 de diciembre de 2014

Colaboraciones: "With my open arms to the open sea" & "Never is forever" de Ángel Zurdo.

"Terence-fly" by Kwanie (CC-BY)
Por lo general se define el amor platónico como aquel que no es correspondido o imposible y que, por tanto permanece ideal, inalcanzable. Por eso no duele. ¿Pero qué pasa cuando puedes probar la miel que se esconde detrás de ese ideal? ¿Qué ocurre cuando después de saborearlo, desaparece? Ese dolor, esa desazón, esa ira por la pérdida de algo que un día pareció perfecto...

El compañero, Ángel Zurdo, ya nos regaló su sentimiento desgarrado con "Fuck You", y ahora nos trae un par de piezas, en las que, según mi opinión, nos muestra el vacío que deja el entregarse con los brazos abiertos para descubrir que, al final, nada dura para siempre. La duda entre el todo y la nada se mezcla entre los versos de "With my open arms to the open sea", mientras que la tristeza de haber sentido y haber perdido queda patente en el relato "Never is forever".

Disfrutad de estas dos creaciones. Gracias Ángel por compartir con la página tus historias. Y a los demás, no os cortéis y mandádnos vuestras creaciones. Serán más que bienvenidas. Sin más os dejo con una buena dosis de "amor fou" que tanto nos gusta.